Sí amigos, diréis que esto no es feria ni nada que se le parezca, pero seguro que desde vuestros balcones habéis visto con que arte y salero los sevillanos se han adaptado a las circunstancias y han decorado sus terrazas, brindado con los amigos a través de las pantallas y bailado unas sevillanas de fachada a fachada. Brindo por ellos.

Y hablando de sevillanos y capacidad de adaptación, me vais a permitir brindar también por las mujeres y hombres que conforman la plantilla de este centro (Cesur) y cómo no, por sus profesionales y su capacidad de adaptación al momento presente.

Igual que los sevillanos con su feria, el equipo de Cesur, desde el comienzo del encierro, ha echado fuera su arte y su salero y con la mejor de sus aptitudes han aportado su granito de arena para normalizar, en base a las circunstancias, la etapa escolar de nuestros alumnos.

Alguno de los que leéis esto diréis que pasar clases a través de una pantalla y mandar trabajos a diestro y siniestro no es arte ni denota salero. Otros sonreiréis pensando que el hecho de que Elena y Jordi os empiecen a llamar a las nueve menos cuarto de la mañana para ver si estáis despiertos, lo es aún menos, pero como el que esto suscribe es el que dirige este centro educativo, le vais a permitir que desde aquí felicite a sus compañeros, tanto a los profesores como a los administrativos.

Vaya desde aquí, pues, mi más sincero agradecimiento a todos y por supuesto, lo hago extensivo a ustedes padres, madres y alumnos, por vuestra paciencia, comprensión y apoyo. Este es mi modesto homenaje en forma de aplauso, a esta gran familia de Cesur Cafd, que hemos conformado entre todos.