La Química parece algo muy lejano y extraño, algo que no entendemos y que suena a dañino… pero hay química en todas partes, incluyendo los alimentos y nuestro propio cuerpo.
Y esto es lo que los alumnos de Dietética y Nutrición han comprobado de primera mano. Con unos experimentos sencillos, que pueden hacerse en casa con cosas de la despensa y algún que otro medicamento de los presenten en cualquier botiquín, han visto burbujitas, colores, gotas flotantes… todo para comprobar el efecto que tiene la masticación y la saliva en la degradación del almidón presente en alimentos como el pan, la importancia de la regulación de la temperatura corporal y la acidez para el funcionamiento del organismo, cómo influyen los jugos gástricos en la digestión, que no todos los alimentos son igualmente ácidos o el mayor contenido en grasas de los caldos concentrados comerciales frente a un caldo de pollo casero y de la leche entera frente a la desnatada.
Unas jornadas que han dado para mucho y que nos han ayudado a entender un poco mejor la digestión.