El aula de dietética se transformó en una sala de cata por un día. Los alumnos del ciclo se introdujeron en el mundo del análisis sensorial, ya que este forma parte del temario del módulo Control alimentario.
Como ya han estudiado en las clases de teoría, la primera parte del proceso para reclutar a catadores consiste en una entrevista personal, en la que se analiza el interés real por el análisis sensorial y diferentes capacidades psicológicas. En esta práctica los alumnos vivieron de primera mano cómo son esos test y los superaron sin problema.
A continuación, llevamos a cabo una serie de pruebas organolépticas, relacionadas con el sentido de la vista, el olfato y el gusto. Así, tuvieron que hacer un test de daltonismo, diferenciar diversos olores y distinguir los cinco sabores básicos.
También realizaron la evaluación de varios atributos propios de la textura como la dureza, la jugosidad, etc.
Para finalizar, pusimos en práctica las pruebas discriminativas estudiadas en clase. Utilizando pruebas dúo-trío y pruebas triangulares, intentaron distinguir una coca-cola normal de una zero y de una light. ¿Creéis que todos fueron capaces de hacer tales distinciones?
Con esta práctica los alumnos de Dietética aprendieron de forma amena cómo se realiza un reclutamiento para una cata y disfrutaron aprendiendo sobre las propiedades organolépticas de los alimentos.